Las cosas se consiguen con esfuerzo y tiempo. Yo, en mi tiempo, monté y pinté ejércitos de no-muertos y demás figuritas. La cosa es que pretendo volver a hacerlo, con tiempo por delante y no poco trabajo de por medio. Pero ya me he acostumbrado a que las partidas de rol sean una vez al mes como mucho y no una vez a la semana como antes. El paso del tiempo también es algo de lo que he tomado consciencia, y con ello de lo poco que tenemos y lo poco que somos. Treinta años y todavía soy un niño.
Cuando tenía dieciséis creía que sabia algo, a los dieciocho me enteré de que no. A los veinte me dije que no era a los dieciocho cuando sabía algo, era “ahora”. Pero a los veintidós ya empecé a pensar que por mucho que pasara no acabaría de saber nada. A los veinticuatro no me preocupé por saber si era o no maduro, me sentía viejo. Nunca hice nada que me hiciera sentir joven. Ni antes ni ahora, lo lamento pero no puedo evitarlo. A los veintisiete me di cuenta de que no quería ser viejo, pero que la vida se me escapaba, no tenía nada. Mi mundo se resquebrajó y un frío viento lo congeló todo. A los veintinueve me empecé a mover, ¿tarde? No sé, se dice que nunca es tarde, pero hay “nuncas” que no han llegado todavía y, por lo tanto, se hacen eternos. No es que no pueda conseguirlos, pero, ¿sabes? Me llaman friki, y a los jedi hay cosas que no nos gusta hacer, por mucho que nos duela.
3 comentarios:
Tantes coses per fer i tan poc en la butxaca. Sort que els Akuchimoya donen gran plaer per tan poca pasta.
Si, tindria que fer un pase cobrant diners.
Jur-jur.
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