En primer lugar nos sinceraremos, sí, a todos nos gusta hacerlo en cierto modo. Otra cosa es como se nos queda el cuerpo a cada uno después de criticar -no voy a poner otra vez "hacerlo" para no incurrir en términos ambiguos que tiendan a más placenteras actividades-. Tras soltar nuestra particular andanada de críticas y reproches bien nos podemos quedar con un sabor amargo en la boca y un pensamiento subconsciente que nos pregunta qué cojones estamos haciendo, o bien nos corremos de gusto por haber podido descargar toda la metralla que llevábamos acumulada. En cualquier caso, en su casa cada cual que haga lo que quiera. El problema viene cuando la crítica con desconocimiento de causa, el iddle chat, se utiliza en los medios de comunicación, ya sea con o sin mala intención de engañar -o poner de tu parte- al personal.
En este caso, y rehuyendo las críticas a la política que tan variadas son como interesadas, me centro en algo que nos atañe a los "frikis". Por casualidades "piroprácticas" de la vida llega a mis manos el periódico "La Razón" del sábado 7 de marzo del presente año (2009). Allí, en la contraportada está la columna de opinión de la señora Paloma Pedrero, que da la casualidad que en ese número arremete contra los VIDEOJUEGOS.
A los videojuegos se los puede criticar de un sinfín de cosas, desde ser un negocio capitalista con una voracidad insaciable hasta de ser una notable pérdida de tiempo libre. En lo primero ya hay quien lo toma como excusa para piratear, en lo segundo, que cada cual haga con su miembro lo que quiera -mientras no "joda" a segundas ni terceras personas sin consentimiento-.
Pero no, el artículo se basa en una afirmación falaz. Triste pero cierto. La señora Pedrero da comienzo a su enunciado criticando el por qué los videojuegos violentos no llevan una recomendación de edad. Pobre favor le hace a la PEGI (en la wiki) y a los que antes que ellos se dedicaron a asignar una edad a los juegos.
Llegados a este punto seguir criticando su artículo y decir que la responsabilidad última es de los padres -ciegos o ignorantes- que no se fijan en la calificación de edad y no controlan a lo que sus hijos juegan, podría ser algo demagógico, pero a grandes rasgos cierto.
La "industria" -porque lo es- del videojuego y el entretenimiento ha alcanzado las altas cotas del circo romano, sencillamente podemos decir que la gente está muy quemada y quiere cada vez "más".
Desde el artículo, la señora Pedrero dice que por medio de los videojuegos los niños se acostumbran a la violencia y hacen uso de ella sin ser conscientes del daño que causan. Habla de un nuevo tipo de violencia que está surgiendo entre las filas de nuestros infantes. La relación puede existir, pero esto no ha ocurrido tan solo en nuestros tiempos, pues esa violencia de malos tratos entre compañeros de aula o de escuela, esa violencia no es nueva, sino que es la más vieja de todas las violencias y nunca, ni a golpe de ley ni a golpe de mandamiento, será erradicada con éxito si no admitimos primero que forma parte de nosotros. Quizás era eso a lo que llaman pecado capital, y ni ellos mismo lo sepan.
Nota adicional: He buscado el artículo al que hago referencia en internet y he encontrado multitud de críticas de "jugones" al mismo -a parte de enterarme de que la Razón ha retirado el artículo, ver aquí-. En esencia muchas opiniones son iguales a la que denostan, golpes de pecho patrióticos y gritos de "no nos moverán" vacíos de sentimiento real. No nos equivoquemos, el panorama de los videojuegos actual no es ideal, pero si se critica desde un medio de comunicación masivos por alguien a quien se le supone profesionalidad, lo mínimo es exigir que se conozca de un modo mayor al superficial lo que se está criticando. Y si no es así, que se contemple la posibilidad de considerar que existen otros muchos modos de ver una misma cosa. Dos personas pueden estar hablando del átomo, cada uno en sus términos o usando vocablos y referencias distintas en un mismo idioma y no entenderse. Y mira que el átomo es básico.
2 comentarios:
Una auténtica lástima estas declaraciones, llenas de mentiras y falsos tópicos, por suerte, logramos que lo borraran, aunque una disculpa o rectificación no habría estado mal...
Lo habrán borrado para que no se querellen contra ellos las compañías de videojuegos, pero estoy seguro que pasado un tiempo volverán a la carga.
Por desgarcia, antes llueven ranas que se disculpan.
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