martes, noviembre 18, 2008

No ser

Huyamos de la válida, aunque disyuntiva, frase del señor William Shakespeare -"ser o no ser", sentencia repetida hasta la saciedad por gente que no leyó nunca Hamlet-.
En la filosofía oriental, y por lo tanto en la religión budista que tanto ha influido en esta, se predica la muerte del ego como principal paso a dar para lograr el satori 悟り, la iluminación. Algo tan sencillo de explicar como el hecho de dejar de ser "egoísta" para alcanzar la felicidad personal haciendo felices a terceras personas con nuestros actos, se puede desglosar en infinitas consideraciones e ideas que a su vez dependerán siempre del prisma como se mire o, para dejarlo más claro, de quien ha efectuado semejante reflexión -teniendo en cuenta siempre que ese alguien es él más la suma de sus experiencias y el entorno donde se ha criado y vive-. Para poner un ejemplo, aquellos que sigáis esta bitácora o seleccionéis la sección de Budô 武道 y leáis lo poco que hay allí, encontraréis un punto coincidente en todos los temas que los hará repetitivos, e incluso aburridos si son leídos en su conjunto de un tirón, ese punto coincidente que quizás ni yo mismo perciba, es el modo en que yo veo las cosas y tiendo a ordenarlas y darle sentido de un modo "subconsciente".
En el caso del presente "no ser" -egoísta-, también podemos dar a susodicha expresión una vuelta de tuerca, cada cual según su experiencia, e interpretarlo de un modo ligeramente diferente. Llegado el caso sería como un henka 変化 -cambio-, una variación de una técnica, que a su vez será mejor o peor, útil o inútil, dependiendo de lo "buenos" que seamos, de la experiencia que tengamos y lo bien que la aprovechemos para progresar.
Tras el "no ser" podemos añadir cualquier palabra con connotaciones negativas similares a "egoísta" y, condescendientes con nosotros mismos, hincharíamos el pecho pensando que hemos descubierto el agua tibia. Quizás este sea un paso necesario a dar, un túnel por el que pasar para darnos cuenta de la tontería que pretendemos al querer SER sabios solo por añadir un palo al caramelito -y sin embargo es útil, oiga-. Ahí es donde debemos volver a fijarnos en la fuente, ese "no ser", para darnos cuenta de que aquello que no es, puede serlo todo, pues no tiene forma ni nombre. Si lo enmarcamos en un espacio físico -cosa que dudo debamos hacer-, se diría que es como una hoja en blanco que a pesar de ser usada infinitas veces se mantiene siempre en blanco y por lo tanto siempre lista para que en ella se escriba.
Usando mi limitada asociación de ideas, el "no ser" "podría ser" el no aferrarse a algo, el no considerarse humano o animal, incluso ser vivo, para llegar diseccionarse y desglosarse -filosóficamente hablando- encontrando que no somos ni más ni menos que lo mismo que nos rodea, llámenlo moléculas, llámenlo "ki", Dios o la Fuerza -para los más frikis-...
De todos modos, todo está conectado y nosotros no somos más que hormiguitas.

lunes, noviembre 10, 2008

jueves, noviembre 06, 2008

Delicias y tormentos

Últimamente no he podido -o no he querido- dedicarme a escribir en el blog. Conforme se acerca el nôken la sensación de carencia de tiempo es apremiante. Por si fuera poco, también tengo una entrega próxima y soy presa de un resfriado que va y viene -como suele ocurrir siempre que hay algún cambio-.
Me gustaría comentar algo sobre budô, las enseñanzas recibidas en el Taikai, o las posteriores, pero eso tendrá que esperar un poco más -aunque no tanto como el Romulan. Este año sí que estoy estudiando y la necesidad de aprobar es más que necesaria, vital.
Pero para que ustedes no se vayan de vacío, aquí les dejo con unas delicias que me atormentan -y que a buen seguro les atormentarán a ustedes también, de un modo u otro-.

El juego de Daniel Val, 2 de Mayo, resulta ser de lo más delicioso. Quiero que conste que digo esto sin haber jugado, pero sí que he leído las instrucciones y me da la sensación que es uno de esos juegos que lo disfrutas solo por el mero placer de jugarlo. Por si fuera poco es corto, y ya se sabe, lo bueno si breve... Lo malo es que es sólo para dos jugadores -cosa que puede ser buena también- y que al principio marean un poco las condiciones de victoria. De todos modos, estoy seguro de que una vez los jugadores han entendido y tienen en cuenta esas condiciones de victoria, el juego gana considerablemente en estrategia.

Otra cosa deliciosa son las novedades en juegos de consola. Ya está aquí el Fallout 3, el Fable 2 y a punto de llegar está el Gears of War 2. Toda una andanada de juegazos que por ahora más vale que no me los costee, por el dinero y por el examen. Habrá que esperar a que bajen los precios o me gane un caprichito.
Y dado que ya hemos mordido más de lo que podemos tragar en juegos de mesa también, declaro parón de adquisiciones dejando en el limbo a Alta tensión, juegazo anunciado por Edge.

Qué tormento no tener tiempo ni dinero para tanto.