松尾芭蕉

この道には
行く人なしに
秋の暮れ


松尾芭蕉

Disculpas Navideñas

Ha llegado la Navidad y con ellas el momento de disculparse.
Disculparse porque nunca le he dado importancia a estas fiestas (para mi siempre significaron trabajo), y por lo tanto casi siempre olvido felicitarlas a terceras personas. Nunca se sabe, pero yo diría que mucha gente si que le da importancia a estos festos. Así que a pesar de su consumismo cerril, estas fechas significan algo para mucha gente que "vuelve a casa por navidad" y otro tanto para los que celebran el solsticio de invierno. Así que me disculpo ante ellos por mi falta de tacto.

También me disculpo ante los fans de mi belén-no-muerto. Todavía no lo he montado y no creo que lo monte. Este año bastará con un haiku o poesía garabateado en un papel y puesto en un lugar destacado (cerca de los DVD de Star Tr... xDDDD)

Y por último me disculparé por el hecho de que me guste que llueva en navidades-fin de año. Nada grave, sino esta lluvia tranquila pero persistente. El sonido de las gotas de lluvia al chocar contra el suelo me parece de lo más "navideño".

Ahora supongo que la RENFE también pedirá disculpas...

Agua tibia

El agua tibia, como su propio nombre indica, no está ni fría ni caliente (gran definición). Meterse en ella no molesta, está ahí, a la temperatura de nuestro cuerpo. Transmite paz y bienestar, es como una segunda piel. El problema es que a veces. A causa de que se adapta tan bien a nuestra temperatura, olvidamos que está ahí y no le damos importancia. Así pues, al contrario de el agua fría o caliente (muy caliente), que siempre nos están recordando cómo son, el agua tibia es algo tímida y callada, le gusta pasar desapercibida. Cosa fácil, pues no toca ningún extremo, pero eso, como ya hemos dicho, es un arma de doble filo (no quería decir lo de “la espada de Damocles”).

Al igual pasa con la gente, ser como el agua tibia, pasar desapercibido puede tener sus recompensas más o menos “cristianas”. Si, al más puro estilo “muere apedreado por proteger un pedazo de pan chungo”. Sin embargo, hay que ser consciente de que eso también depende en gran medida de la pasta que está hecho uno y que como todos los defectos y virtudes en esta vida, hay que administrarlo con sabiduría. Cosa que se gana, o se pierde con el paso de los años (ganando en egoísmo).

Hacer cosas buenas sin esperar que la gente se entere, ser como el agua tibia, tiene sus lados positivos. Pero cuando las haces y pretendes que te imiten, vas a tener un gran desengaño.

Por otro lado esta metáfora también puede indicar una manera de ser en la que no te acabas de involucrar en algo -o dedicar a algo- al 100%. Eso también depende de las elecciones que tomemos.

Al igual que la metáfora del agua tibia podemos pasar la barrera del frikismo y llegar a otra muy similar. La paradoja del “paladín” –en D&D-. El paladín es el “recopetín”, pero nunca llegará a ser tan bueno en lucha como el guerrero, ni tan bueno en conjuros clericales como el clérigo.

Cosas que pasan.

Caldero de Hambre

Con esto seguro que alguien comenta.

Y si no, buscar en el google ese el nombre de un bellísimo fotógrafo que retrata las cosas de un modo persil y acaramelado: Erwin Olaf...

Tresor

Ahir vaig estar buscant una recepta per veure si tenia temps de fer alguna cosa abans de anar a BCN. Per descomptat no em va donar temps a fer res, principalment per la meva forma de pensar. Vullc dir, coma persona lenta en lo que fa que soc, per a mi la cuina es una cosa gaire be ritual que nececita el seu temps si vols que no l’eixca un xurro en comptes d’un palo català. Així doncs, i com excusa que aprofite, amb una hora que quedava per a moure, no vaig voler/poder fer res, a banda de dinar i preparar-me la bossa. Els “rollets de vi” tindran que esperar.

Ara be, tot açò em va servir per a fer memòria i recordar que tinc un tresor d’incalculable valor personal... les llibretetes roges. Unes llibretetes en les que desde ja fan set anys ficava tot el que se m’acudia mentre treballava. Ahí hi han desde idees per a partides de rol que en aquell temps jugàvem fins idees per a novel·les ideades y polides amb el pas del temps, passant per poesies i varies receptes de cuina, en alguns casos repetides.

Ara tot el que espere tindre es temps per a poder ficar-ho en ordre i recordar tot el que volia o vaig fer. No està mal la idea de les llibretetes, no. Com deia aquell mestre de filosofia, “vessa els teus pensaments a una carta o paper, tanca-ho amb un sobre i amaga-ho al fons d’un calaix. Passat un temps, anys, treu-ho, compara lo que pensaves amb el que penses i torna a repetir l’exercici”. Si fem això i vivim prou, podem experimentar amb nosaltres mateix el que significa l’experiència i el pas dels anys per als essers humans.

Xe, mira que burraes!

Conciertos y desconcierto

Hola, cuanto tiempo, ¿no? Parece que ya va refrescando...
Bueno, a lo que iba.
No suelo ir mucho a conciertos, no sé si es que no profeso una gran devoción por lo que escucho o que no se celebran muchos conciertos por aquí. Supongo que es, aparte de que cada vez que vas a uno te pasas tres días sordo, porque tienen la mala costumbre de celebrarse siempre cuando yo trabajo, de noche y encima jueves o viernes (trabajo más aún).
En fin, el caso es que a concierto que iba mercadería del grupo que pillaba. Por eso, por la mercadería, tal rata del desierto (no, Montgomery no) estará interesada en algo que encontré ayer en uno de los cajones de la cómoda. Un pañuelo de Mago de Oz.
Últimamente me ha dado por ponerme pañuelo en la cabeza. Eso de que cada día tengo menos pelo y que hace fresco ayuda. El hecho de tener bastantes pañuelos, pues también. Pero el caso es que no se puede a ir a clase con un pañuelo de Mago de Oz o Manowar... Bueno, si se puede, pero no sé porqué todavía me da algo de vergüenza... porque no se trata de mis grupos predilectos. Así que donaré a la rata del desierto mi pañuelo de Mago de Oz, el de Manowar ni tocarlo.
Curioso, porque no me daría yuyu ir con un pañuelo klingon o de la federación a un Taikai... raro que es uno, xe.

Ñigui-ñigui.

Rumor y realidad

Hace cosa de trece o catorce años, cuando leía con fervor “La Rueda del Tiempo”, hacía ya un tiempo que Timum Mas había dejado de publicarlo quedándose en el tercer libro (una edición de lujo –o sea, muy cara-, por cierto, con dibujos de Ciruelo), llegó a mis oídos el rumor de la muerte de su autor, Robert Jordan (seudónimo de James Oliver Rigney, Jr.).

Por supuesto, esto no era cierto. Las mentes calenturientas y apocalípticas de los fans habían creado un monstruo a partir de la nada. Cabrones.

Pasó el tiempo y “La Rueda del Tiempo” se volvió a publicar con una edición aparentemente más barata (¡albricias!), que seguía más allá de los tres volúmenes iniciales. Por supuesto, me reenganché.

Al final, por varias razones, dejé de leer WoT (nombre de la saga en inglés, “Wheel of time”). Unas razones, entre las que estaba lo espesa que puede ser su lectura si coges el libro en frío. Pero a pesar de los rumores, Jordan estaba vivo, así que fui comprando sus libros para ir leyéndolos o que otros pudieran hacerlo (mi madre se los está leyendo).

Mención especial al sistema de publicación, partir un libro en dos pero manteniendo un precio de, al principio 1500 pesetas, después 2700 pesetas, y al final 18.50€ (unas 3080 pesetas). Tapa blanda, buen tamaño, letra pequeña, buen papel al principio.

El caso es que hace poco vi que Robert Jordan tenía blog y me enteré de su enfermedad, amiloidosis cardiaca (una enfermedad extremadamente rara e incurable en algunos casos). El hombre estaba muy animado, luchando a capa y espada gastando sus ganancias de best-seller en su tratamiento médico. Es caso es que por trabajo y estudios llevaba un tiempo sin pasar por su blog y cuando pasé hoy he visto que el señor “James Oliver Rigney, jr.” falleció el pasado mes de septiembre.

Su último volumen de la saga está por publicar y a medio hacer, dejó instrucciones, múltiples anotaciones y hasta grabaciones de voz explicando el final de su obra. Por lo que se supone, el último volumen se publicará póstumamente dando un precipitado punto y final a la saga.

Al final estas bromas amargas del destino dan que pensar, primero Jordan, después Cebrián. Dos vidas que se han ido antes de completar su trabajo. Si, también falleció F. Fernan Gómez, si, pero en su caso, aunque igualmente lamentable, existe el matiz de que había vivido su vida plenamente llegando a la vejez. Si, siempre queda algo que hacer, pero no todos tenemos el mismo tiempo para hacerlo. Lo bueno es que no sabemos ni cuando ni donde. O si no recordad a Vázquez Montalbán.

No puedo si no recordar esa coletilla que se dice tanto en los funerales: “no somos nadie”.

Quiero ser como Marín (es un decir...)

Ya me afilo los dientes y me lijo la lengua esperando poder decir aquella frase del Presidente del Congreso Don Manuel Marín que les ha hecho a los periodistas el culo pepsicola (en especial a Iker Jimenez):
"Yo ya no soy de éste mundo".

Anda, que si por mi fuera, ni de aquel de allá tampoco iba a ser, ni de ése, no de ése tampoco...

En fin, lo que tiene trabajar de noche. Afecta las neuronas.