domingo, agosto 03, 2008

El que agarra se convierte en uke

En artes marciales la palabra "uke" se le aplica a la persona que ataca en la ejecución de una técnica -la que al final va a cobrar de lo lindo. El que defiende y realiza la técnica que se practica se llama "tori".

Una vez terminado el curso de verano de Elx, voy a anotar aquí mismo como ejercicio de memoria, un par de conceptos que me gustaría recordar.
El primero es el que viene el título, "el que agarra se convierte en uke". En el arte marcial hace referencia a que uno no debe fijar toda si atención y/o tensión en solo un punto del adversario, pues él puede usar esa misma presión para aplicar una técnica sobre nosotros. Esto quizás debería explicarle largo y tendido con matices, imágenes y, a ser posible, algo de conocimiento marcial por parte del lector, pero tampoco quiero aburriros entrando en detalles a lo Masamune Shirô.
La cuestión es no agarrar, no aferrarse. Y dicho así ya no tiene por qué ser algo físico, de arte marcial. También debe de ser algo psíquico, una actitud vital. No aferrarse a un concepto o una idea con una fuerza tal que nuestros músculos se acaben agarrotando y no podamos reaccionar ante cualquier revés que nos de la vida -cosa asquerosamente común-.
Pero ojo, esto no quiere decir que no nos comprometamos con nada, que seamos, en definitiva, "chaqueteros" o superficiales. Debemos aprender a tocar y agarrar sin agarrar ni aferrarnos a lo que agarramos sin perder el contacto con la realidad de lo que estamos "agarrando". Dicho de este modo parece filosofía barata, y quizás lo sea, pero...

El segundo concepto a recordar es la actitud y mentalidad del ataque. Atacar como si de hecho lo estuviéramos haciendo en realidad, pero será -en el entrenamiento, claro- un ataque en el que no aplicaremos toda la fuerza que podríamos. De modo que en caso de accidente evitaremos lesiones propias o extrañas.
Supongo que fuera del ambiente marcial esto equivaldría a que cuando decidimos que vamos a hacer algo, o el rumbo que tomaremos nuestra vida, etc., nos comprometamos con una actitud seria y decidida a llevara cabo esa "acción", pero que al mismo tiempo no nos dejemos llevar por ella.

Sea como sea, aquí quedan estos dos puntos, "el que agarra se convierte en uke" y "hay que atacar con la cabeza y el corazón".

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