lunes, noviembre 19, 2007

My name is Earl

Ayer pasé la de Odiseo.

Me levanto fatal por la mañana con acceso de gripe, despues de mucho cavilar decido cambiar billete de tren y no ir esta semana a clase. Error, error en internet digo, no puedo hacerlo, llamo al teléfono de RENFE y tampoco se puede. Hay que hacerlo en taquilla.
Me acerco dos horas antes de que salga el tren, no pueden hacerlo porque el billete ya lo tiene el interventor, intenneeeeeet... intenneeeeet.
Me tengo que esperar hasta que abran para subir, ésto es un cuarto de hora antes de que salga, coger el billete, ir a taquilla y cambiarlo antes de que salga el tren.
Poco a poco siento esa sensación que me es familiar y que a pocos les ocurre en la vida, algo tira de mi para que me vaya a BCN. Sé que el interventor no va a tener los billetes porque van en el tren, ya ha pasado antes.
Cuando llega el momento ocurre lo que esperaba, me marcho igualmente, no pasa nada.
En el tren duermo y me recupero. Duremo más por la noche y me recupero más.

Al final el plan divino se desvela. Tenía que venir, llámenlo karma, suerte o satán (si, en minúscula), pero aquí estoy, mejor de salud y con cosas que hacer.

Qué cosas.

4 comentarios:

StalinisterSinister dijo...

Al final no ha estat tan mal la cosa, menos mal que al menos tas recuperat.

Oimado dijo...

Si, be està lo que be acaba.
Per cert, pegali una colleja el meu germà...

Anónimo dijo...

per dir que els judios son animalets? que perversos...

Anónimo dijo...

satan en minuscula que coses





si colleja, espera a vorem i despues ya fas la faena tu, no li la manes als altres. Quina poca vergonya