Nôken 2007

Mami, vuelve el nôken por navidad.
Este domingo se celebra el 日本語能力試験. Si no me fallan los cálculos, es la primera vez que se va a celebrar simultáneamente en Madrid y Barcelona. De modo que se espera que no se masifique tanto el personal. Aunque a decir verdad, desde el 99, que fue la primera vez que fui yo, el número de gente que se ha interesado por el japonés ha ido en aumento.

Por mi parte, el estudio de este año ha consistido en leer como un poseso -o no tanto como un poseso-, pero va a ser que en gramática sigo teniendo las mismas lagunas. Esta mal decirlo pero no me importa mucho el resultado de este año porque -atención, excusa- el nôken exige un tipo de estudio muy localizado e intenso, digámoslo así, que no va muy de la mano con lo que se puede hacer durante un curso de la EOI.

De todos modos, siendo como es indispensable el título de nôken, más me valdría tenerlo este año antes que el que viene. Aunque de dos años esto no pasa.

¡Y punto!

Ahí, con autoridad.

Get ready!

Se acercan las navidades y eso no puede ser bueno.
No sé si serán los precios, tal y como está yendo la economía ahora o la montaña de billetes de ida y vuelta que se me ha hecho durante el pasado año, pero el caso es que la sequía no es sólo cosa del medio ambiente, también se está extendiendo a las cuentas corrientes.
La política de tierra quemada quedó ya atrás, lo malo es que lo que precisamente queda ahora es esa tierra quemada. Oiga, que no hay quien ahorre.

Así que por fin, después de mucho tiempo deseándolo, voy a tener esas magnificas navidades a base de hervidos, verduritas, frutas y pocos excesos. O eso digo ahora, porque luego vas y haces una queimada, juntas cuatro cosas y te pones como un cerdo a la vez que te arruinas como un Wall Street-iano de los años 30.

Por lo menos material ya tenemos... ¿no?

My name is Earl

Ayer pasé la de Odiseo.

Me levanto fatal por la mañana con acceso de gripe, despues de mucho cavilar decido cambiar billete de tren y no ir esta semana a clase. Error, error en internet digo, no puedo hacerlo, llamo al teléfono de RENFE y tampoco se puede. Hay que hacerlo en taquilla.
Me acerco dos horas antes de que salga el tren, no pueden hacerlo porque el billete ya lo tiene el interventor, intenneeeeeet... intenneeeeet.
Me tengo que esperar hasta que abran para subir, ésto es un cuarto de hora antes de que salga, coger el billete, ir a taquilla y cambiarlo antes de que salga el tren.
Poco a poco siento esa sensación que me es familiar y que a pocos les ocurre en la vida, algo tira de mi para que me vaya a BCN. Sé que el interventor no va a tener los billetes porque van en el tren, ya ha pasado antes.
Cuando llega el momento ocurre lo que esperaba, me marcho igualmente, no pasa nada.
En el tren duermo y me recupero. Duremo más por la noche y me recupero más.

Al final el plan divino se desvela. Tenía que venir, llámenlo karma, suerte o satán (si, en minúscula), pero aquí estoy, mejor de salud y con cosas que hacer.

Qué cosas.

Pato

Hace ya unos años, más de nueve, supongo, que en mi pueblo no se celebra la tradicional salvajada del pato.

Me acuerdo yo que en mis doce o trece años se solía celebrar por las fiestas del pueblo este tradicional evento que consistía en atar a un pato “vivo” por las patas a un poste “enjabonado” que sujetaban horizontalmente los mozos de turno sobre el lavadero del pueblo. Un pretendiente a poner carne el la paella trepaba, se arrastraba o resbalaba por el poste que amablemente zarandeaban los mozos. El caso es que los pretendientes a hacerse con el pato se iban al agua ídems. Se ha que decir que el estrés para el pobre animal era considerable, pero peor era cuando se agarraban de él para sujetarse y no caer del palo.

Al final, asociaciones de ecologistas denunciaron el hecho, jugándose el pellejo, y la policía local acudió a impedir este evento con “tibio interés y desigual resultado”. Los ecologistas recibieron amenazas y, en algún caso, “atentados”, digamos menores, a las puertas de su casa. Se les criticó mucho por ir contra una “tradición”.

Aparte de lo gafapasta de algunos ecologistas, se ha de decir que eran, digamos, seres adelantados. En primer lugar, que exista una tradición cerril no indica nada, solo se aboga a ella como excusa, también era tradición beberse los orines y hoy pocos lo hacen –y no gastan la excusa de la tradición. Y en segundo, intentar vivir en este mundo sin matarnos los unos a los otros exige algo más que reconocer a los humanos como seres superiores del planeta tierra. Tratar a todos los seres vivos con respeto es el primer paso para poderse tratar a los humanos con respeto. Claro que sin llegar a la adoración y fetichismo, que en eso de chocar la mano y coger manga para arriba somos únicos los humanos (y los frikis más, “manga para arriba”).

Claro que al final estas cuestiones siempre te crean conflictos morales difíciles de resolver. Como por ejemplo, respetar a los animales pero comerse un chuletón y apoyar el actual sistema ganadero Auschwitz…

Quizás sea por eso por lo que nunca nos acabaremos de mojar (perdón, meter en harina), mucho trabajo, ¿no?

盾突き – Tate Tsuki

La intención del tate-tsuki puede ser doble, proteger como un escudo –tate- y golpear como un directo –tsuki-, o bien atravesar con un ataque directo un escudo.

Yo soy más de proteger que de atacar, pero el caso es que en días como hoy y en el mundo en que vivimos hacen falta los dos.

Estaba yo escribiendo sendas entradas “impublicables” (permítanme la licencia) que simplemente se resumían en una cosa, “hay que ponerse las pilas”. Y claro, ya me gustaría ser como Data, que las tiene duracell y encima el tío no se altera por nada. Pero hay que ver lo difícil que es concentrarse en lo que uno hace cuando a su alrededor parece que la gente esté bailando a lo derviche.

El caso es que cuando vuelvo a casa me abandona la energía, me suben los malos humos a la cabeza y me pierdo en divagaciones absurdas. He ahí lo de ponerse las pilas, que no es que lo diga ahora por primera vez, lo vengo diciendo desde siempre –cielos, me repito, muero de vergüenza.

Pero como ejemplo pondré una parte de 300, película que sólo he visto una vez, en el cine y que como cine en sí no… eh, no, no es cine, es espectáculo. Eso de cuando los espartanos están empujando a los persas hacia un acantilado, a fuerza de macho-macho, escudo en mano y hombro.

Pues nada, yo me veo como uno de los persas, oiga, que me caigo.

De ahí esta acuciante necesidad de ponerse las pilas más que nunca. Estoy que me echan, y solo me veo futuro como vagabundo -a lo Valeria Kandakov en Chernobil- o fiambre -a lo "el Pozo".

Taikai Madrid 2007

Hace una semana que nos fuimos presurosos al Taikai de Madrid. Con todo el lío que era ir, venir y volverse a ir, no me ha dado tiempo subir ninguna foto. Pero hoy si, aquí queda esto para que conste que hemos estado allí.... y que volveremos.

España 1936 a la venta

Ya se ha puesto a la venta el juego España 1936. El juego, creado Antonio Catalán y editado por Devir, recrea a modo de wargame "ligero" (euro-wargame, como define el autor) la guerra civil española sin entrar en detalles políticos ni sucesos de pre-guerra.
Supongo que esta es noticia para congratularnos pues parece ser que cada vez se presta más atención a los desarrolladores autoctonos. Esperemos que le llegue el reconocimiento también a aquellos que quedaron por el camino. Camino que, por otra parte, no hubiera sido posible sin ellos.

Objetos perdidos

Ya he dicho que de fotos nada, ¿no? Pues mal me sabe, no cogí la cámara por eso de que se ha convertido en un mamotreto sorbe-pilas, y porque sabía que otra gente había traido la suya.
Pecadores.
La gente se hace vieja o estaba cansada, el caso es que ninguna foto. Y no vale comentar "¿tan difícil es pedirles la cámara?" a modo de tipo duro, que para cuando lo único que quedaba hacer por allí era precisamente eso, fotos, la gente ya se había marchado dejándome solo, sniff.

Pero veamos, segundo suceso del día. Estando revoloteando el stand de Glenat se me acercó un niño pidiéndome que le dejara el móvil porque se había perdido. Con, supongo, buen juicio lo llevo a megafonía -o el stand del organizador- y le digo que si no encontamos a su padre allí le dejo el móvil y llama. Vaya, el chaval se sabe el móvil de su padre y a mí me costó tres años en memorizar el mío -vale, nunca me preocupé.
El caso es que en megafonía sabían del padre, que tras decirle que no se apartara del stand había hecho lo que todo padre, apartarse e intentar buscar por su cuenta a su hijo. En unos segundos estaba allí con los hermanos del chaval y todo solucionado.
Me dio las gracias por encontrarlo y yo le respondí que no, que me había encontrado a mi el chaval, cosa cierta pues el niño pudo haber preguntado en el stand mismo.

Cosas veredes, el Saló más raro de mi vida. ¿Me estaré haciendo viejo?

Comedia de sobremesa

Actualizo esto poco después de saber que ya ha quedado claro el asunto y que sé que yo soy yo.

O "como pillar rollos mentales".

Este año no ha dado para fotos, porque no he traído la cámara. Sólo he estado medio día y me ha sobrado para arruinarme. Y para colmo he pillado "rollos" raros.
Un dibujante extranjero me ha confundido con otro dibujante porque tenemos el mismo nombre. Yo, al enterarme, he intentado corregir su error mencionándolo a su "mecenas". Pero qué va, lejos de eso me ha dicho que no, que lo dejara pasar, que le daba vergüenza. Le digo que no, que es mejor dejar las cosas bien, y me dice que no, no, no. Bueno, me marcho antes de que la cosa se haga demasiado grande. Vuelvo para saludar antes de irme y más de lo mismo. Cuando digo que no soy él nadie me escucha y al que conozco de allí me dice que nada, que lo deje estar, vamos, que deja que se haga bola de eso. Al final he pillado rollos y me he ido.
Parecía una comedia yanki eso. Entre no querer dejar mal a mi amigo y no querer ir contra mis principios me ha dado un cortocircuito que me ha dejado mal cuerpo. Y sin un Sancho Panza al lado que les diga que "no son gigantes, que son molinos de viento", nadie me cree, porque no es eso lo que quieren creer.

Por suerte tras irme mi amigo tuvo a bien de explicar que no era yo quien todos creían y disculparse. O sea que por lo pronto todo solucionado... a medias, pues con quien no quería quedar mal era con el dibujante extranjero y el pobre se ha ido con la idea de aunque había conocido a tal.

Total, nueva misión en la vida, conocer al dibujante ese y explicarle lo de hoy.

¿Halloween?

Anoche se celebró el Halloween en el mundo anglosajón... y en parte del latino.
El caso es que por mi barriada desde hace un par de años se sueltan a los niños para que vayan a la caza de caramelos y demás "gorrinaes". Personalmente esto me choca sobremanera, pues cuando yo era pequeño nuestros padres nos solían decir aquello de que no aceptara caramelos de desconocidos. Y ahora, en cambio, los envían a saquear casas ajenas -costumbre, por otro lado, muy anglosajona (véase museo británico).
De todos modos debe matizarse un punto sobre este evento, es de origen céltico, personas civilizadas. Y goza de más popularidad en EEUU que en gran bretaña, de ahí la influencia que se envía por películas y series -normalmente yankis. El caso es que parejo a la revalorización del mundo celta, está surgiendo una corriente de pensamiento histórico que aboga por la civilización de los mundos bárbaros y lo incívico del romano. Cosa no tan descabellada si tenemos en cuenta que los romanos eran los americanos-yanquis de la época. Pero como lo cortés no quita lo valiente, no vamos a considerar más urbanos a los celtas que a los romanos sólo porque a los ingleses les piquen los bajos. No hay que olvidar que lo de la calabaza del Halloween este viene a representar una cabeza cortada, que es lo que amablemente hacían los celtas -inventores de los pantalones en el mundo occidental- situándolas, civilizadamente, a la puerta de sus aldeas.