martes, septiembre 02, 2008

Mayou-mayou ni

Esto de ponerse a mirar la red cuando tienes algo de tiempo libre es un desastre. El otro día escuche en la radio una breve exposición de como fue la guerra de secesión estadounidense. Fue escuchar de eso, que ya me sabía un poquito, y me acordé del juego de Richard Borg (you will be assimilated), Battle Cry. En esencia es como un Battlelore, Memoir '44 o Command and Colors, así que me mirando algo de juegos de mesa acabé en una página de venta por internet y con ella llegó el mareo. Para comprar algo siempre hay excusas, que si has pasado un mal día, que si dentro de nada es tu cumpleaños, que si tienes un capricho. Por suerte para no hacerlo también hay, pero entrar en una de esas páginas y mirar lo que hay siempre es un placer para los aficionados a los juegos. Así que me encontré mirando y remirando puntuaciones y reviews -en BGG- de Kutuzov, For the people, The hammer of the scots, Zero!!...
Al final de tanto que hay y que he visto lo he dejado por imposible. Todavía tengo el España 1936 por probar, y de todos modos tampoco hay tiempo para tanto ni gente dispuesta a jugar a tanto juego raro -hay algunos que la partida dura 360 minutos y si a la gente le da miedo el Descent, que juegan 5...-. Lo de la gente puede quedar en una pobre excusa, pues la verdad es que el problema siempre será el tiempo.
Aun así, de todos modos, siempre podrá caer el "Hundred years' war" o el "Scottish wars" de Battlelore...

5 comentarios:

Oimado dijo...

Pero el caso es que me gusta más ir a mirar las estanterías de las tiendas, aunque después los precios son más caros...
Si después de todo no seremos tan diferentes, a cada cual le gustan hacer las compras de lo suyo...
Oh... ah... sociedad de consumo... ay...

Anónimo dijo...

Encara tinc ganes de jugar al Battlelore, en eixe tens per a temps...

Oimado dijo...

Sense dubte.

Anónimo dijo...

... o podrias dejar de perder el tiempo con Wargames y montar una destilaeria de licor carmelitano...

Oimado dijo...

Más lucrativo seguro que iba a ser.
Y como a los dos tragos ya no me acordaría ni de quien soy, no habrían remordimientos por dejar las "drogas"...