Hace poco más de una semana que se terminó de emitir la séptima temporada de Juego de Tronos, la serie de TV, y parece ser que terminará en la siguiente temporada. Bueno, no, realmente será la segunda parte de la séptima temporada (así no renuevan contratos de actores ni nada).
El señor R. R. Martin dijo que el sexto libro "estará cuando esté", e incluso insinuó que en lugar de un libro podían salir incluso dos el mismo año en que saliera. La gente esperaba que saliera antes de la emisión de la séptima temporada pero como ya se sabe no ha ocurrido nada de eso, es posible que llegue algo en 2018... quizás.
Visto el panorama tiré de nostalgia, o morriña, y decidí volver a casa. A casa literaria, quiero decir. Aunque realmente no era consciente de lo mucho que llevaba dentro la saga que he decidido revisitar. Con esto que la gallina de los Tronos de Oro se acaba, algunos ejecutivos han decidido desenterrar viejos proyectos que en su tiempo ya demostraron ser tan inabarcables para la gran pantalla como indómitos para la pequeña (presupuestalmente hablando). Y uno de estos proyectos se basa en hacer una serie de televisión sobre la saga La Rueda del Tiempo de Robert Jordan, quien tristemente ya no se encuentra entre nosotros. Y es justamente esa saga la que he decidido volver a leer. En parte porque no la he terminado y en parte porque quería recordar viejos tiempos.
Bien, pues puedo decir que no me ha decepcionado. Los comienzos son lentos pero el conocimiento acumulado sobre la obra y su trama me hace disfrutarla más si cabe. Y por si fuera poco, he descubierto lo mucho que esta historia se había metido dentro de mí. Hace ya 27 años que compré el primer libro en el CI, una de las primeras veces que iba solo a la capital, y lo hice fijándome solo en los dibujos de la portada (y mira que el de la edición española no dice mucho del contenido, perdóneme Ciruelo). Pero tantos años después y tantos Dragonlance, Reinos olvidados y demás novelas de caballería moderna me he dado cuenta de que La Rueda del Tiempo me ha acompañado más de la mitad de mi vida y que para mí fue más puerta de entrada a este tipo de historias y escritura que el propio Señor de los Anillos. A tanto llegó la ansi de la espera por que siguieran publicándolo en España (se cortó la publicación tras el tercer libro durante no sé cuánto tiempo -MIRA, COMO CON EL CODEX ALERA-) que me leí todos los libros de Conan el Barbaro de Jordan que había publicados en español. Ahora el idioma no es problema para mí pero mi intención es poder compartir esta historia con los que quiero así que seguiré colección.
D.E.P. Robert Jordan. Y gracias... Y a Brandon Sanderson también, gracias.