Hola, cuanto tiempo, ¿no? Parece que ya va refrescando...
Bueno, a lo que iba.
No suelo ir mucho a conciertos, no sé si es que no profeso una gran devoción por lo que escucho o que no se celebran muchos conciertos por aquí. Supongo que es, aparte de que cada vez que vas a uno te pasas tres días sordo, porque tienen la mala costumbre de celebrarse siempre cuando yo trabajo, de noche y encima jueves o viernes (trabajo más aún).
En fin, el caso es que a concierto que iba mercadería del grupo que pillaba. Por eso, por la mercadería, tal rata del desierto (no, Montgomery no) estará interesada en algo que encontré ayer en uno de los cajones de la cómoda. Un pañuelo de Mago de Oz.
Últimamente me ha dado por ponerme pañuelo en la cabeza. Eso de que cada día tengo menos pelo y que hace fresco ayuda. El hecho de tener bastantes pañuelos, pues también. Pero el caso es que no se puede a ir a clase con un pañuelo de Mago de Oz o Manowar... Bueno, si se puede, pero no sé porqué todavía me da algo de vergüenza... porque no se trata de mis grupos predilectos. Así que donaré a la rata del desierto mi pañuelo de Mago de Oz, el de Manowar ni tocarlo.
Curioso, porque no me daría yuyu ir con un pañuelo klingon o de la federación a un Taikai... raro que es uno, xe.
Ñigui-ñigui.
1 comentario:
¿Y por qué no un sombrero, con lo de moda que están?
Besos,
Alex
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