miércoles, junio 16, 2010

Alquiler nefando

Hace poco que probé el sistema de alquiler de películas del xbox live, y lo cierto es que me dejó con sentimientos encontrados. Para poder alquilar por tu xbox en primer lugar tienes que comprar "microsoft points", lo cual quiere decir que lo primero que has de hacer es gastarte más dinero del que realmente necesitarás para alquilar una película. Hay que decir que esto de los puntos es una estrategia comercial bastante hábil, te hacen pagar por un número determinado de estos puntos (siendo el mínimo coste 6 €uros, y siendo el pago más cómodo y barato la tarjeta de crédito que, una vez vinculada a tu cuenta live, no te resulta nada fácil desvincular permitiendo así que te sea más "fácil" gastar la tarjeta de crédito en horas bajas, cuando tus defensas mentales están por lo bajo también), que después podrás canjear por todo aquello que está a la venta en el bazar. El hecho de que se pague en puntos puede hacer que aquellos que deseemos saber cuánto pagamos exactamente tengamos que parar un poco para calcular lo que nos cuesta la broma.
Una vez explicado esto vayamos al grano. La prueba salió bien por lo que respecta al funcionamiento del sistema, pero lo cierto es que de dos películas que alquilé, la más nueva, y cara, resultó ser la peor de las dos. "Mad Max, más allá de la cúpula del trueno" VS "Sherlock Holmes".
Supongo que dará para más hablar de lo malo que está siendo el cine de hoy en día (de Hollywood), pero lo cierto y triste de este alquiler fue que me pareció que Sherlock Holmes era una película bastante mala bien hecha... rarezas de hoy en día.

2 comentarios:

Edgar dijo...

Lo normal es que hoy en día el guión sea una mierda y basado en algo para no tener que pensar mucho, y que la actuación la suplas con efectos especiales y sexo.

La verdad es que no me gasto el dinero en estas cosas muy a menudo, prefiero pensar que el pago del puto adsl (caro de cojones) es el pago del alquiler de las pelis.

Oimado dijo...

Últimamente nos cobran hasta por el ocio que no consumimos. Y lo que es peor, nos aprietan las tuercas para que consumamos más ocio "fast-food" y nos embebamos del sentido de vida occidental más extremo. Esto va bien... muy bien...