viernes, octubre 21, 2011

El fin del mundo

La conspiranoia me posee.

Se han cargado a Gadafi, como se cargaron al Laden o al Saddam. Desde un punto menos civilizado el asunto nos podría incluso alegrar el día, pero a mí, la verdad, me lo deprime tanto como cuando anunciaron que la OTAN iba a entrar a saco bombardeando Libia. Estamos locos.
Incluso si los dictadores han sido crueles, o asesinos despiadados, destrozar todo un país para cargárselos parece un tanto excesivo, a no ser que interese. Desde el primer momento, y con las experiencias de Afganistan e Irak, se veía lo que iba a pasar, íbamos a hacer mierda un país que funcionaba. ¿Ha sido la crisis? ¿Han sido los mismos que juegan con nuestro dinero los que han jugado con las vidas de millones de personas?
Saltaba la noticia de hambruna en el Cuerno de África, donde los secuestros a "barcos" pesqueros, cerca de donde pasan los petroleros que vienen de llenar los tanques de crudo y vierten su basura a esas costas. A la vez que hablaban de las necesidades de la gente que moría de hambre y enfermedades curables, se gastaban millones de €uros en destruir Líbia, perdón, derrocar a Gadafi. Todo ese dinero, esos recursos útiles en millones de inversiones menos mortales, más humanitarias, desperdiciado. Y las noticias manipulando lo que ocurre, la crisis no dejando pensar en como nos cargamos el mundo, de como se extermina parte de su población sistemáticamente.
Dos estudiantes de periodismo se cachondean en el metro de ese profesor que les vende un libro donde les muestra como a día de hoy periódicos como el ACD tratan las imágenes, manipulan, de como se cuentan las cosas para que den esta o aquella impresión... ¿El futuro del periodismo se aborrega antes de ser periodismo?

Ya sé, esto no tiene fundamento, no será verdad, pero hoy me puede la conspiranoia.

Escucho memeces defendiendo un seguro privado y la anulación de la cotización de la seguridad social. Siempre las mismas excusas egoístas, no quieren que los que no pagan, moros, holgazanes, gitanos, tengan derecho a recibir atención primaria. Dennis Hopper murió de cancer y pobre, no pudo pagar su tratamiento, y tanto dinero no se puede ir solo en putas. Sin el dinero de un país detrás de él, el sistema sanitario se prostituye como el energético, adiós a las investigaciones altruistas, nada que no de millones y la viagra se hizo. Por si fuera poco, no tardaríamos en crear ciudadanos con una desafección extrema por sus vecinos, gente sin empatía, sin piedad, las iglesias se llenarían (más) de hijoputas que buscan un falso perdón para tranquilizar sus egos.
Hay días que solo siento el cinismo de un mundo enfermo de inocencia ignorante y malicia infantil. El mío y el vuestro, el mundo, el cinismo, el no querer saber, porque uno no puede nada... nada... Arf... Arf... Yo no cerré el blog, pero puede que por una chorrada como este post me lo cierren.
Y no pasa nada, oiga.

3 comentarios:

Oimado dijo...

Unas veces se me va la olla más que otras. Por lo menos no llevo tatuado en japonés la palabra "esquizofrenia" en el antebrazo.
Hay gente pa to.

Edgar dijo...

Así habló el Oimado.

Tranquilo, que en unos años igual se va todo a la mierda, así que a cerrar los ojos y a vivir lo que se pueda.

Hay días en los que la misantropía llega a niveles demasiado altos.

Chiral dijo...

Nada que añadir. Tal vez no sea verdad, igual no esta todo tan corrupto y viciado, pero coño es que lo parece.