sábado, junio 04, 2011

Demagogia por pensamiento

En estas horas tardías para el estudio de un examen que llega demasiado pronto la mente se acelera y empieza a divagar para eludir la fatal tarea de hacer números y comprobar que el aprobado es de lo más incierto.
Como podéis comprobar, lo de divagar va en serio.
Hoy me he acordado de varias cosas y he empezado a atar cabos hasta concluir en una nueva teoría de la conspiración.
Hace tiempo, bastante pero no tanto, conversaba con alguien sobre, no sé, digamos la humanidad. Aunque más que conversar fue más bien:
Él- "Muerte a la humanidad (despotrique e insultos al colectivo)"
Yo- "Hombre, tú formas parte de la humanidad..."
E- "Me la suda, ¡muerte!"
Y- "Pero qué hay de la gente inocente, qué hay de tus amigos y familiares. No puedes negar que formas parte de ella..."
E- "... ¡Demagogia, eso es demagogia!"

Bueno, realmente no fue exactamente así, pero el final sí. Ante la urgencia de tener que pensar y reflexionar sobre algo (como el hecho de aceptar que el voto es también un acto de responsabilidad civil que no admite quejas del tipo "son todos iguales") se imponía la visceral idea de tachar todo el proceso de demagógico.
Eso me ha llevado a plantearme lo que decía David Icke sobre la información, a más información más fácil crearse un criterio sobre una cosa, más factible (o refutable) es algo. Así pues, el manejo de dicha información será crucial si queremos gobernarnos a nosotros mismos... o a los demás.
Aquí aparece la palabra "manipulación".
En Dune, de Frank Herbert, si se quería que un mentat fuera fiable en sus deducciones, había que entregarle toda la información disponible, de lo contrario sus cálculos serían erróneos.
En el mundo en que estamos nos encontramos con todo tipo de informaciones, y en muchas ocasiones no vamos a ser capaces de discernir verdad de mentira de modo que la duda se convierte en una herramienta crucial para nuestra independencia mental. Aunque con la duda hay que ir con cuidado, pues todo en exceso es perjudicial y la locura está siempre más cerca de nosotros de lo que sospechamos.

3 comentarios:

Edgar dijo...

Es más fácil matar que educar. Muerte a la humanidad!!!!

Oimado dijo...

Sí, es justo como cortar un árbol por lo sano y esperar igualmente que crezca.

Edgar dijo...

Creo que aquí nadie espera que crezca