¡Inkureibure! ¡Vaisu a morir! ¡Mazingeru zetto!
Esta semana ha sido tan cundidora que no puedo creer que sea todavía viernes (de la misma semana).
Viaje para arriba y para abajo, carreras por el metro, infartos de miocardio laborales y escolares... Lo normal, vamos.
Pero el caso es que al volver, delante de mí pasando la maleta por el control ese de la RENFE, estaba él, Darth Vader, Terminator, la voz, el hombre de las mil caras, el gran Constantino Romero.
Como es normal, no me tiré encima de él diciendo: "dígame tan solo una vez eso de -yo soy tu padre-". Que si una cosa aprende uno después de casi matar de un infarto a José Luís Lopez Vazquez (y eso que solo dije "coño, joseluisLopezVazquez" al encontrármelo de sopeton en VLC tras girar una esquina el día que iba a ver si podía hacerme con la reserva de una N64 en el Corte Inglés), es que las personas son humanas y necesitan de su tranquilidad espacio vital. Vamos, que si realmente no tienes más que decir que admiras su trabajo y darle las gracias por eso pues se hace cuando surge la ocasión y no se le atosiga a la persona todo el rato diciéndole eso de "dibújame un narizón, pero de los de antes, no de esos raros con las piernas largas".
Caballeros, un poco de aire y espacio (kûkan) para el prójimo.
Vamos, digo yo (qué, ¿se nota que esta semana servidor puede acabarla en un manicomio?).
1 comentario:
podria ser, pero dic jo ¿al disc dur vell este de 40 i pico Gb que li pasa??. Perque no esta ficat dins de l'ordenaor???. Que te algun error? En fin todo preguntas sin respuesta para el ser humano
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