Mostrando entradas con la etiqueta He vuelto. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta He vuelto. Mostrar todas las entradas

martes, septiembre 05, 2017

No existen comienzos ni finales en el eterno girar de la Rueda del Tiempo

Hace poco más de una semana que se terminó de emitir la séptima temporada de Juego de Tronos, la serie de TV,  y parece ser que terminará en la siguiente temporada. Bueno, no, realmente será la segunda parte de la séptima temporada (así no renuevan contratos de actores ni nada). 
El señor R. R. Martin dijo que el sexto libro "estará cuando esté", e incluso insinuó que en lugar de un libro podían salir incluso dos el mismo año en que saliera. La gente esperaba que saliera antes de la emisión de la séptima temporada pero como ya se sabe no ha ocurrido nada de eso, es posible que llegue algo en 2018... quizás. 

Visto el panorama tiré de nostalgia, o morriña, y decidí volver a casa. A casa literaria, quiero decir. Aunque realmente no era consciente de lo mucho que llevaba dentro la saga que he decidido revisitar. Con esto que la gallina de los Tronos de Oro se acaba, algunos ejecutivos han decidido desenterrar viejos proyectos que en su tiempo ya demostraron ser tan inabarcables para la gran pantalla como indómitos para la pequeña (presupuestalmente hablando). Y uno de estos proyectos se basa en hacer una serie de televisión sobre la saga La Rueda del Tiempo de Robert Jordan, quien tristemente ya no se encuentra entre nosotros. Y es justamente esa saga la que he decidido volver a leer. En parte porque no la he terminado y en parte porque quería recordar viejos tiempos.

Bien, pues puedo decir que no me ha decepcionado. Los comienzos son lentos pero el conocimiento acumulado sobre la obra y su trama me hace disfrutarla más si cabe. Y por si fuera poco, he descubierto lo mucho que esta historia se había metido dentro de mí. Hace ya 27 años que compré el primer libro en el CI, una de las primeras veces que iba solo a la capital, y lo hice fijándome solo en los dibujos de la portada (y mira que el de la edición española no dice mucho del contenido, perdóneme Ciruelo). Pero tantos años después y tantos Dragonlance, Reinos olvidados y demás novelas de caballería moderna me he dado cuenta de que La Rueda del Tiempo me ha acompañado más de la mitad de mi vida y que para mí fue más puerta de entrada a este tipo de historias y escritura que el propio Señor de los Anillos. A tanto llegó la ansi de la espera por que siguieran publicándolo en España (se cortó la publicación tras el tercer libro durante no sé cuánto tiempo -MIRA, COMO CON EL CODEX ALERA-) que me leí todos los libros de Conan el Barbaro de Jordan que había publicados en español. Ahora el idioma no es problema para mí pero mi intención es poder compartir esta historia con los que quiero así que seguiré colección.

D.E.P. Robert Jordan. Y gracias... Y a Brandon Sanderson también, gracias.

sábado, junio 04, 2011

Demagogia por pensamiento

En estas horas tardías para el estudio de un examen que llega demasiado pronto la mente se acelera y empieza a divagar para eludir la fatal tarea de hacer números y comprobar que el aprobado es de lo más incierto.
Como podéis comprobar, lo de divagar va en serio.
Hoy me he acordado de varias cosas y he empezado a atar cabos hasta concluir en una nueva teoría de la conspiración.
Hace tiempo, bastante pero no tanto, conversaba con alguien sobre, no sé, digamos la humanidad. Aunque más que conversar fue más bien:
Él- "Muerte a la humanidad (despotrique e insultos al colectivo)"
Yo- "Hombre, tú formas parte de la humanidad..."
E- "Me la suda, ¡muerte!"
Y- "Pero qué hay de la gente inocente, qué hay de tus amigos y familiares. No puedes negar que formas parte de ella..."
E- "... ¡Demagogia, eso es demagogia!"

Bueno, realmente no fue exactamente así, pero el final sí. Ante la urgencia de tener que pensar y reflexionar sobre algo (como el hecho de aceptar que el voto es también un acto de responsabilidad civil que no admite quejas del tipo "son todos iguales") se imponía la visceral idea de tachar todo el proceso de demagógico.
Eso me ha llevado a plantearme lo que decía David Icke sobre la información, a más información más fácil crearse un criterio sobre una cosa, más factible (o refutable) es algo. Así pues, el manejo de dicha información será crucial si queremos gobernarnos a nosotros mismos... o a los demás.
Aquí aparece la palabra "manipulación".
En Dune, de Frank Herbert, si se quería que un mentat fuera fiable en sus deducciones, había que entregarle toda la información disponible, de lo contrario sus cálculos serían erróneos.
En el mundo en que estamos nos encontramos con todo tipo de informaciones, y en muchas ocasiones no vamos a ser capaces de discernir verdad de mentira de modo que la duda se convierte en una herramienta crucial para nuestra independencia mental. Aunque con la duda hay que ir con cuidado, pues todo en exceso es perjudicial y la locura está siempre más cerca de nosotros de lo que sospechamos.

viernes, mayo 27, 2011

Grandes juegos olvidados en un armario

O no hay tiempo para jugarlos o no hay personas con quien jugarlos. El caso es que solo quedan excusas para decir porqué no los jugamos.
Pero ellos esperan.

He abierto el armario buscando otra cosa y los juegos me han mirado majestuosamente. "Nosotros esperamos", parecía que dijeran. El "2 de mayo" ha sido el primero (este año no se ha hablado tanto del aniversario del 2 de mayo, mira tú por donde). El sello rojo de GMT que llevan cual Medalla al Honor los "C&C: Ancient" ha capturado mi vista y los he visto como viejos generaluchos que saben de qué va la cosa de los ciclos del tiempo. Ellos me han hecho recordar las mañanas de domingo pasadas con su hermano pequeño Battlelore. La sensación es el mejor de los recuerdos, como cuando recuerdo la N64 y Super Mario World 64 sin poderlos separar de las sensaciones de una de las más deliciosas y dulces primaveras que he vivido, y no por la consola y los juegos sino por muchas otras cosas.
Con el Battlelore pasábamos las mañanas de domingo (algunas mañanas) de un temprano verano, agotado mi tiempo ya en mi antigua vivienda, arañando estancia añadida sabedor de que el fin se acercaba. El sol, de rayos dorados atravesaba la mampara iluminando el campo de batallas hasta casi cegarnos. La casa se conservaba fresca y los dados rodaban sin favorecer a nadie.
Ahora no ruedan.
Por ahora, por ahora. Ellos esperan.
Puerto Rico y Carcassonne, incluso el Romulan... Todos esperan pues su momento ha de volver, cuando se apaguen las luces, cuando la luz sea el día y la noche sea solo sueño, ellos despertarán.